lunes, 17 de septiembre de 2012

Si eres adolescente, durante estos años cambiarás de tener cuerpo de niña a tener cuerpo de mujer. 


Cómo y cuándo tendrán lugar estos cambios físicos de la pubertad depende de cada niña. 


Es una época extraña y forma parte de los muchos cambios de la adolescencia. 


A continuación describimos los cambios más importantes que notarás durante estos años.

Cambios en la piel: En general la piel se hace más grasa, y es posible que sudes más que antes. Esto se debe a que están creciendo las glándulas. La higiene personal durante la adolescencia es muy importante para controlar malos olores corporales. Es muy probable que te salgan granos en la cara, sobre todo, y en la parte superior de la espalda. La presencia de este tipo de acné juvenil se deben a desequilibrios hormonales, y forma parte de la pubertad. Si te preocupa la intensidad de los granos, es aconsejable acudir a un médico para que te aconseje un tratamiento de limpieza adecuado a tu piel y un tratamiento contra los granos.
Apariencia de vello corporal: Durante la pubertad te saldrá vello en el pubis, en las piernas y en las axilas. La mayoría de chicas adolescentes deciden depilarse, con cera, crema, o máquina de afeitar. Nunca compartas la misma máquina de afeitar con nadie. De hecho, la mejor forma de depilarse es con cera, porque los pelos tardan más en volver a salir.
Ser madre o padre de un adolescente

La adolescencia es una de las etapas más complicadas en la vida de los humanos, no sólo para los adolescentes, sino también para los padres. Habrá momentos en que te parecerá que una persona irreconocible ha ocupado el puesto de tu hij@ y añorarás un pasado más fácil en cuanto a la disciplina se refiere. 
Pero es importante recordar que durante la adolescencia nuestros hijos aprenden a ser su propia persona, a tomar decisiones ellos solos, a convivir más con sus compañeros, a vivir situaciones de amor correspondido o amor no correspondido y, en definitiva, a servir como ser independientes en el mundo.
Es una tarea tan importante para su futuro como adulto como complicado, y hay que respetar su forma de afrontar los retos de esta edad y, en la mayor medida posible, comprender su complejidad. Es fácil desesperarse cuando vemos a nuestros hijos tambalear entre la dependencia de un niño y la independencia de un adulto según el desafío del momento, pero hay que armarse de paciencia e intentar no dejarle ver nuestra frustración.
No podemos trasladar (todavía) nuestras reglas y soluciones de adultos a los problemas y situaciones de nuestros adolescentes. Los adultos afrontamos los retos con un sentido mucho más desarrollado sobre quiénes somos, cuáles son los valores importantes, qué deseamos y cómo lo conseguimos. Pero no podemos - ni debemos intentar - trasladar este sentido (logrado después de muchos años de aprendizaje personal y profesional) a nuestros hijos. No debemos imponer nuestra manera de hacer las cosas o arreglar situaciones difíciles, por mucho que estemos más preparados para ellos para hacerlo. Podemos - y debemos - escuchar, aconsejar, ayudar o ensayar con ellos. Pero nada más. Tienen que aprender, y debemos respetar su manera de hacerlo en la mayor medida posible.
Errores, falsos inicios, opiniones equivocadas, acciones impulsivas, obsesiones pasajeras, lealtades cruzadas, fracasos..... todo forman parte de este aprendizaje. Los adolescentes no sólo tienen que aprender la respuesta correcta a una dada situación, sino que tienen que comprender el valor de esa respuesta y esto es algo que a veces sólo se aprende a través de la experiencia. Es un camino complicado, confuso y difícil, que requiere la comprensión y el apoyo de madres, padres, y familiares mayores.
Adolescentes que se sienten capaces de contarles a sus padres sus temores, sus fracasos y sus aspiraciones sin ser juzgados, tienen muchas más posibilidades de convertirse en adultos seguros y buenas personas que aquellos adolescentes que sienten la necesidad de esconderles todo a sus padres. Nuestro reto como padres de adolescentes es mantener abiertas las vías de comunicación, trasladar nuestras inquietudes a nuestros hij@s sin predicarles, aprender a explicar nuestra postura sin menospreciar la suya, respetarles y conseguir que nos respeten, contar hasta diez antes de gritar...
Pinchar en los enlaces abajo para consejos específicos relacionados con los distintos aspectos de la convivencia con adolescentes y su educación.

..El amor lo puede todo...
Esto es, y perdón por la expresión, una tontería como una casa.
Cuando tenemos 15 años, algunos menos, algunos más, y tenemos nuestra primerísima relación de pareja, todo es nuevo, todo es amor, todo es felicidad, todo es de color rosa o vives en una nube.
Eso nos creemos y no está tan mal, es una etapa que toda persona tiene que vivir. Es una sensación muy bonita y gratificante.

Pero eso de que el amor lo puede todo, eso de que contigo, pan y cebolla, eso de que mi novio sabe todo lo que yo quiero sin ni siquiera decírselo, al final se cae por su propio peso.
Esos desengaños que nos llevamos son ley de vida. Están ahí y aprendemos de ellos, son inevitables.

Parece que muchas veces el amor va de la mano del sufrimiento, a veces incluso cuanto más sufres parece que más le quieres, o que es necesario sufrir para demostrar todo lo que sientes... También hay momentos, y esperemos que sean los que más que son llenos de alegría y felicidad, si no fuera así...mal asunto.
Bueno, eso son cosas que no se pueden evitar, que van con nosotros y que nos toca vivir para aprender y seguir viviendo.
Pero sufrir de forma gratuita; no, gracias.
No tiene porque ser en tu primera relación, ni en la segunda, pero puedes verte metida en un problemón, del que eras consciente pero que claro, ¡a mí no me va a pasar!
Todos tenemos una amiga que se ha quedado embarazada y que ha tenido que ir al hospital y que le han metido el aspirador ese y todas esas historias, que por otro lado, no se alejan mucho de la realidad.
O también tenemos esa amiga que el sábado pasado se tiró al camarero y está "súper agobiada" porque no le baja la regla!!!
En fin, todo esto, son cosas evitables.

S
ufrir por amor, no lo es. Quedarse embarazada sin quererlo, lo es.
Siempre pensando que no ha sido un accidente en el que el preservativo se ha roto... En estos casos, mala suerte, aunque el fin es el mismo.

Mejor si diferenciamos dos tipos de relaciones y vemos lo evitable que es esta situación:
La primera, la de los novios, en está es tan fácil de evitar como ir al ginecólogo y que te receten anticonceptivos hormonales, y los tenemos de tres tipos, así que hasta podemos elegir:

- orales (la clásica píldora)
- en parches
- anillo vaginal

Luego tenemos la opción del DIU.
El segundo tipo de relación, son las esporádicas...el "aquí te pillo, aquí te mato". Bueno, es una opción, y aquí se debe elegir un anticonceptivo de barrera, elegimos entre:

- condón
- espermicidas
- diafragma
Si utilizamos cualquiera de todas estás opciones que yo he dado, a parte de no vernos con un bombo con 15, 17, 20 o 22 años, evitaremos contagiarnos con enfermedades, hartos todos de oirlas.
Lo último que digo, en el caso de tener mala suerte y que el preservativo se rompa o cualquier accidente no deseado, tenemos una última salvación, LA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS, la píldora poscoital.
Este no es un método anticonceptivo y por supuesto no debe tomarse con regularidad, sólo en casos de emergencia y en las 72 horas siguientes a la relación, al cabo de otras 12 horas, nos tomaremos otra.
Ésta píldora nos alterará nuestro ciclo reproductor, paralizando el embarazo casi en un 100% de posibilidades.
Así que ya sabéis, si no queréis darle el disgusto a vuestra madre o padre y no sufrir las consecuencias de un calentón.... hay fácil solución!

Embarazo no deseado


Efectos de la marihuana en adolescentes

Adolescentes y marihuna: Fumar marihuana durante la adolescente afecta a la inteligencia

Un estudio realizado en Nueva Zelanda en una muestra de 1037 adolescentes durante 25 años ha demostrado, tras numerosas pruebas y test de inteligencia realizadas a niños con 13 años antes de que hubiesen estado en contacto con la marihuana y, realizadas las mismas pruebas 25 años después, cuando éstos tenían 38 años ha demostrado que existe pérdida de inteligencia cuando los jóvenes consumen marihuana durante la adolescencia.

A lo largo de este estudio se han barajado distintas hipótesis y se comprobó que el 5% de la muestra ha fumado hierba durante la adolescencia disminuye hasta 8 puntos el coeficiente intelectual. Y, es más, aunque los adolescentes dejen de fumar droga este déficit intelectual perdura tras abandonar el vicio.

Susan Tapert, neuropsicólogo de la Universidad de California en estudios anteriores explicó la química del cerebro y la vulnerabilidad a los efectos de esta hierba sobre el cerebro de los adolescentes. Esto se debe a que durante esta etapa de maduración se están conformando las conexiones neuronales, la corteza prefrontal, las regiones críticas para el aprendizaje, la planificación y la memoria y, esta regiones pueden absorber el ingredientes activo de la hierba.

En definitiva y tal como han reflejado diferentes estudios sobre el consumo de cannabis y marihuna en los adolescentes, fumar hierba en esta etapa reduce la capacidad intelectual, limita la oportunidades de futuro limiando la capacidad de aprendizaje y memoria; y suele resultar más complicado el ejercicio de entrenamiento del cerebro, ya que la falta de atención también aumenta.

Estudio publicado por la revista Preceedings de la Academia Nacional de Ciencias el 27 de Agosto de 2012

Enlaces relacionados con Adolescentes y marihuana: 

Cómo poner normas y límites a los adolescentes

La disciplina sigue siendo tan importante en la educación de un adolescente como durante el resto de la infancia. 

La diferencia es que conforme se van haciendo cada vez mayores, los adolescentes cuestionan cada vez más las normas y límites que sus padres les imponen. 

Sin embargo la disciplina es una herramienta básica en la formación de una persona responsable y estable, así que es muy importante tener unas normas y límites bien definidos y exigir que todos los respeten.





Ayudarles a expresar sus sentimientos. Si un hijo adolescente le pega a un hermano menor, es importante preguntarle por qué lo ha hecho, y pensar en otras formas de desahogar su enfado
Expresar reconocimiento cuando su hijo adolescente logra comportarse como es debido. Si llega a casa a la hora acordada por ejemplo, darle las gracias. Si obtiene buenas notas en la escuela, darle la enhorabuena
Permitir que participe tu adolescente cuando se fijen normas nuevas. Esto no sólo será una forma de enseñarle el arte de la negociación (algo que le servirá durante toda su vida), sino que le implicará de tal forma que se sentirá más obligado a cumplir con las reglas. Además, si nota que no eres intransigente y estás dispuesto a escuchar su opinión, aprenderá a hacer lo mismo.
Dar ejemplo. Si un padre o una madre le grita a su hijo adolescente, está enseñándole indirectamente que es una opción válida en caso de desacuerdo, en vez de enseñarle negociar o debatir. En vez de gritar, pare y cuente hasta diez antes de hablar y enseñarle a tu hijo a discutir de forma sosegada e inteligente. Los gritos solamente alejarán más a su adolescente.
Darle alguna margen de decisión en el momento de organizar las tareas que debe realizar. Sentarse con su hijo, papel y lápiz, explicarle todas las tareas domésticas, y decidir conjuntamente cuáles serán sus responsabilidades
Ser siempre justos. Los padres somos humanos, y a veces nos exasperamos y imponemos una regla nueva o un castigo porque estamos cansados o hartos. Hay que evitar esta situación, pensarlo muy bien antes de introducir nuevas reglas o cambiar una existente, y explicar de forma sosegada el motivo a tu adolescente.
Ser muy consistentes y firmes. Por ejemplo, si la norma es hacer los deberes antes de jugar a la playstation, es importante ser inflexible y no cambiarlo nunca, incluso si tu adolescente llega a casa con amigos. Cuando tu adolescente aprende que no vas a ceder, dejará de insistir (aunque esto puede tardar años y supone uno de los aspectos más agotadores de ser padres de adolescentes). Si cedes, tu adolescente cuestionará no sólo esta norma repetidas veces, sino otras también.
Ser fiel a tus principios. Probablemente has escuchado muchas veces estos típicos reproches de hijos adolescentes: "Siempre soy la primera que se tiene que ir a casa"; "Pues los padres de Pedro le dejan hacerlo"; "Los padres de Marta la dejan hasta las 12.00...". Y es fácil tener la tentación de ceder. Pero todos tenemos nuestros propios valores, y es importante que nuestros hijos adolescentes aprendan a respetar los nuestros. Explícales que todos somos distintos, y cuando protestan y dicen que ojalá su familia fuese distinta, respira hondo y recuerda que ésta e
SEÑALES DE DIFERENTES DROGAS
Aunque la tabla abajo no supone una lista exhaustiva de todos los efectos de tomar ciertas sustancias, si teme que su hijo esté tomando drogas, esta información le podrá ayudar determinar qué tipo de sustancia está tomando, y ayudarte a determinar la mejor forma de empezar a ayudarle.
No olvides que al abarcar el tema con tu hijo, el enemigo es la droga, no tu adolescente. Ahora, más que nunca, necesita tu apoyo. Busca ayuda profesional para que tú también cuentes con una ayuda durante el proceso. Y sobre todo procura mantener una comunicación directa y sincera con tu adolescente, una vez que él o ella haya reconocido que tiene un problema con las drogas.
TabacoOlor a humo en la ropa, el pelo y el aliento; dientes amarillos, tos, dificultad para respirar, peor rendimiento deportivo.
EstimulantesExcitabilidad, insomnio, sudores, sequedad de boca y labios, mal aliento, pérdida de peso, pupilas dilatadas, paranoia, alucinaciones, temblores.
MarihuanaCambios de humor, reflejos más lentos, euforia, aumento de apetito, incremento en el pulso, cansancio general, ojos rojos.
InhalantesDificultad para hablar de forma coherente, nauseas, vómitos, respiración más lenta.
CocaínaExcitabilidad, euforia, tendencia a hablar mucho y rápido, ansiedad, pupilas dilatadas, agitación general, paranoia.
Pastillas Tranquilizantes o anti-depresivasSomnolencia, cansancio, confusión, pulso lento, respiración ligera, incoherencia al hablar, temblores, pupilas dilatadas.
AlcoholIncoherencia al hablar, vómitos o náuseas, mala coordinación, somnolencia, depresión, altibajos, olor a alochol en el aliento.
Aunque la tabla abajo no supone una lista exhaustiva de todos los efectos de tomar ciertas sustancias, si teme que su hijo esté tomando drogas, esta información le podrá ayudar determinar qué tipo de sustancia está tomando, y ayudarte a determinar la mejor forma de empezar a ayudarle.
No olvides que al abarcar el tema con tu hijo, el enemigo es la droga, no tu adolescente. Ahora, más que nunca, necesita tu apoyo. Busca ayuda profesional para que tú también cuentes con una ayuda durante el proceso. Y sobre todo procura mantener una comunicación directa y sincera con tu adolescente, una vez que él o ella haya reconocido que tiene un problema con las drogas.
TabacoOlor a humo en la ropa, el pelo y el aliento; dientes amarillos, tos, dificultad para respirar, peor rendimiento deportivo.
EstimulantesExcitabilidad, insomnio, sudores, sequedad de boca y labios, mal aliento, pérdida de peso, pupilas dilatadas, paranoia, alucinaciones, temblores.
MarihuanaCambios de humor, reflejos más lentos, euforia, aumento de apetito, incremento en el pulso, cansancio general, ojos rojos.
InhalantesDificultad para hablar de forma coherente, nauseas, vómitos, respiración más lenta.
CocaínaExcitabilidad, euforia, tendencia a hablar mucho y rápido, ansiedad, pupilas dilatadas, agitación general, paranoia.
Pastillas Tranquilizantes o anti-depresivasSomnolencia, cansancio, confusión, pulso lento, respiración ligera, incoherencia al hablar, temblores, pupilas dilatadas.
AlcoholIncoherencia al hablar, vómitos o náuseas, mala coordinación, somnolencia, depresión, altibajos, olor a alochol en el aliento.


Adolescencia

La adolescencia es ese estado en el que uno puede sentirse en limbo, porque ya no se es niño/niña, pero tampoco se es adulto. La adolescencia implica cambios físicos y emocionales para los propios adolescentes y también cambios en la organización y relaciones familiares. Hay distintas etapas en la adolescencia y cada una trae consigo sus perculiaridades particulares.
La adolescencia se ve de forma muy distinta dependiendo de si eres el propio adolescente o si eres madre o padre del adolescente. Para preparar esta sección, hemos hablado con ambos grupos. Con los adolescentes que experimentan sensaciones aparentamente opuestas de total rabia, o de felicidad desmesurada, de amor o de odio... a veces ambas en cuestión de horas.

Adolescentes que no comprenden por qúe se les quiere "controlar", que quieren más independencia, que no entienden por qué sus padres se irritan con tanta felicidad, que a veces se sienten los dueños del mundo, y otras veces les invade la inseguridad. Adolescentes que se sienten orgullosos, o horrorizados, por los cambios físicos de la pubertad. Adolescentes que les cuesta concentrarse, que se aburren con facilidad, que desafían al establishment, sea la familia o sea el colegio, con tal de desafiarse.
Y padres que a veces sienten como si no conociesen este "nuevo" miembro de su familia. Que añoran al niñ@ de antes. Que no saben, o no quieren, apoyar al adolescente en su deseo de tener mayor independencia.
Padres que temen perder el control de la situación, temen el mundo de las drogas y el alcohol, no comparten los nuevos valores de sus hijos adolescentes y necesitan aprender cómo negociar unas normas que sean acceptables para todos los implicados.
Esperamos que esta sección sea útil para tod@s. Los artículos han sido aportadas por adolescentes, madres, padres, hermanos pequeños de adolescentes, expertos profesionales y docentes que experimentan los problemas de la adolescencia y las alegrías desde una perspectiva u otra.
Al incluir a todos los implicados, esperamos ofrecer consejos y experiencias que nos ayuden a todos a afrontar la adolescencia y, por qué no, ¡hasta disfrutarla!