virus pailoma humano
El virus del papiloma humano (VPH o HPV del inglés human papilomavirus) es un grupo diverso de virus ADN perteneciente a la familia de los Papillomaviridae y representan una de las enfermedades de transmisión sexual
más común, conociéndose más de 100 tipos virales que, en relación a su
patogenia oncológica, se clasifican en tipos de alto y de bajo riesgo
oncológico. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC)
considera que los tipos de VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56,
58, 59 y 66 son carcinógenos para los humanos –tipos de alto riesgo
oncológico- y que otros tipos, incluidos el VPH 6 y el VPH 11, son
posibles carcinógenos para los humanos –tipos de bajo riesgo
oncológico-.1 Como todos los virus de esta familia, los VPH sólo establecen infecciones productivas en el epitelio estratificado de la piel y mucosas
de humanos, así como de una variedad de animales. La mayoría de los VPH
descritos no causan ningún síntoma en la mayor parte de la gente.
Algunos tipos de VPH pueden causar verrugas o condilomas, mientras otros pueden generar infecciones subclínicas, que pueden (en una minoría de casos) dar lugar a cáncer cervical, cáncer de vulva, vagina y ano en mujeres, o cáncer de ano y pene en hombres.2 La mayor parte de la gente infectada por VPH desconoce que lo está.2 Todos los VPH se transmiten por contacto piel a piel.
Entre treinta y cuarenta tipos de VPH se transmiten normalmente por contacto sexual e infectan la región anogenital. Algunos tipos de VPH transmitidos por contacto sexual pueden producir verrugas genitales.
La infección persistente con algunos tipos de VPH transmitidos
sexualmente denominados de «alto riesgo» (diferentes de los que causan
verrugas) puede evolucionar y producir lesiones precancerosas y cáncer
invasivo.3 La infección con VPH es la causa principal de casi todos los casos de cáncer cervical,4
aunque en la mayor parte de las infecciones con este tipo de virus no
se produce ninguna patología. En el año 2008 el médico alemán Harald zur Hausen (1936–) recibió el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de VPH como una causa de cáncer cervical.
La mayor parte de las infecciones con VPH en mujeres jóvenes son
temporales, y tienen poca importancia a largo plazo. El 70% de las
infecciones desaparecen en 1 año y el 90% en 2 años.5
Sin embargo, cuando la infección persiste —entre el 5 y el 10 por
ciento de las mujeres infectadas— existe el riesgo de desarrollar
lesiones precancerosas en el cuello del útero (el cérvix), que puede progresar a cáncer cervical
invasivo. Este proceso normalmente lleva entre 15 y 20 años, dando
muchas oportunidades a la detección y el tratamiento de las lesiones
precancerosas, a menudo con altas tasas de curación.
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